23 mayo 2007

Delirios faraónicos: El rey que construyó un Paraíso.


La serie delirios faraónicos, incluye ingenieros que planearon crear nuevos continentes, y más actuales, presidentes que construyeron estatuas colosales de su figura. En el post de hoy, un personaje que se destacó por construir paraísos de fantasía. Un hombre que prefirió vivir un cuento de Hadas, pero paradógicamente tuvo una muerte rodeada de misterio y al borde de la locura.


Luis el insensato.

Luis II, es el nombre de uno de los sucesores de la familia que reinó por más de 700 años en el Reino de Baviera. Al asumir, en el año 1864 y con tan sólo 18 años, era un monarca popular y admirado, pero se transformaría años después en una persona cuestionada hasta en su sano juicio: "Luis el insensato", o "El Rey Loco", fueron algunas de las formas con que sus súdbitos lo nombraban, y de ésta forma es recordado en la actualidad.

Recibió en su infancia una educación rigurosa en la que empezó a desarrollar una obsesión: su intitutriz conseguía captar su atención cuando le contaba historias sobre el monarca francés Luis XIV y el majestuoso Palacio de Versailles, y se transformó en un admirador de los cuentos de hadas.

Castillos a la medida de un mundo de fantasía.

En 1867 Luis II realiza un viaje de incógnito en el que conoce el Palacio de Versailles francés, y decide construir en su propio reino palacios majestuosos como éstos. Al poco tiempo comenzó la construcción de una serie de Castillos en los que se refugiaría del mundo exterior: "Estos castillos de cuentos de hadas han sido descriptos como vulgares, artificiales, exóticos y como un desorden de estilos arquitectónicos".

Curiosamente para la época, los Castillos y las fortalezas no eran una forma de construcción necesaria: los castillos de Luis II son considerados un tributo a la fantasía e imaginación.


El Castillo de Cuentos de Hadas.


Neuschwanstein, el castillo iniciado en 1869 y construido sobre un risco elevado, es probablemente la imagen iconográfica del castillo que ilustra la mayoría d elos cuentos infantiles. De hecho es el modelo elegido por Disney para reproducirlo en películas como "La Bella Durmiente". Constituído en un maravilloso destino turístico, el Castillo recupera cada año en ingresos el monto total que el gobierno alemán pagó para comprarlo. Pero seguramente la obra cumbre, sea Herrenchiemsee: la réplica del Palacio de Versailles. Construido a 70 Km de Munich y en una isla del lago de Baviera, es uno de los destinos turísticos obligados de quien visita Munich en la actualidad.

La réplica de Versailles.

Herrenchiemsee es un proyecto inconcluso, pero que logra reproducir en forma increíble la magnificencia del mismísimo Palacio de Versailles, incluída la gran sala de los espejos, la escalera y el dormitorio. Aunque las inversiones en dinero y el endeudamiento para construir la colección de Castillos, terminaron con parte de la fortuna familiar, no alcanzaron para arruinar las cuentas del Estado. El rey solicitó préstamos por todo Europa y llegó a sugerir contratar ladrones para robar bancos europeos para concluir las obras.

Su vida excéntrica lo llevó a ser cuestionado por su condición mental. Luis finalmente fue llevado al castillo Berg, y murió misteriosamente, ahogado en un lago cercano. Su condición de loco, en definitiva fue una maniobra sobre su imagen con fines políticos. Paradójicamente, su excentricidad materializó un emblema de Europa, que hoy está cerca de transformarse en una de las Nuevas Maravillas del Mundo Moderno.

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