07 mayo 2007

Delirios Faraónicos: Atlantropa

Estuve relevando un tema que me interesa particularmente: los delirios faraónicos que dieron vueltas por la cabeza de pensadores, arquitectos, artistas, políticos y sobre todo, dictadores, en distintas épocas. Los hay de magnitud estratosféricas e increíble y en cantidades bestiales a lo largo de la historia. Podrían definirse casi como proyectos de guionistas de ficción que se dedicaron a doblarlos a la realidad y que tarde o temprano, se hundieron en el fracaso. En un principio, pensaba recopilar en un post varios de éstos proyectos, pero la infinidad de delirios que existieron en la historia de la humanidad, que desnudan el costado más bizarro de los seres humanos, requiere una serie de post. Para empezar, un megadelirio del Siglo XX: la creación de Atlantropa, un nuevo continente.

Atlantropa: la creación de un nuevo continente.

Europa, después de la primera Guerra Mundial, requería proyectos ambiciosos para reconstruírse a sí misma. La idea que primaba en en el pensamiento de esa época era la de un continente que debía hacer frente las nuevas potencias emergentes desde América, a través de la autosuficiencia energética y económica. Para ello, se requerían soluciones audaces y los proyectos ambiciosos no tardaron en florecer.

Herman Sörgel (entrada wiki en alemán) es el nombre del ingeniero que quiso remodelar el Mar Mediterráneo. Y si necesitas leerlo dos veces para creerlo, ahi va de nuevo: quiso remodelar el Mar Mediterráneo. Elaboró el proyecto entre 1927 y 1931, año en que lo presentó al público. La idea consistía en bajar el nivel del agua del Mar Mediterráneo construyendo un gigantesco dique en el estrecho de Gibraltar, con la finalidad de liberar millones de km2 para anexar a la superficie del continente europeo. El nuevo continente tendría un nombre mezcla entre Metrópolis y Atlantis: Atlantropa (muy cutre). Su lema no estaba lejos del mesianismo: "Atlantropa o la decadencia de la civilización".
Increíblemente, Atlantropa tiene una entrada en español en Wikipedia, en donde pueden entenderse algunas especificaciones técnicas de ésta obra:

"...la obra pretendía crear una presa en el estrecho de Gibraltar para de esta forma hacer descender el nivel del Mar Mediterráneo. Ello traería consigo nuevas tierras para el espacio territorial de Europa, permitiendo además unir Túnez e Italia a través de un puente..."

El dique, situado en el estrecho de Gibraltar, constaría de 35 km de largo y 550 m de ancho que alimentaría un megaproyecto hidroeléctrico. Y estaría coronado por una torre de 400 metros de altura que se transformaría en el símbolo del proyecto. El resultado de ésta megaobra tardaría en llegar: se calculaba bajar el nivel del Mar Mediterráneo unos 100 metros a razón de 1,5 cm por año, lo que permitiría con el tiempo (unos dos siglos), desarrollar cultivos en un desaparecido Mar Adriático, o unir las islas del Egeo. El proyecto contemplaba unir a través de una vía férrea a Berlín con Ciudad del Cabo. Pero lo más descabellado de éste descabellado proyecto, incluía un destino para los cientos de miles de millones de litros de agua que le "sobrarían" al Mar Mediterráneo: simple, se bombearía hacia la región del Sahara para transformar el desierto en un área cultibable.

Sin embargo, el proyecto no alcanzó a seducir a la Alemania del Nazismo, por lo que quedó sepultado cuando se desató la segunda Guerra Mundial. El máximo grado de "realidad" que alcanzó este proyecto, se lo debemos a Gene Roddenberry, que incluyó imágenes de ésta gigantezca represa del Mediterráneo en la primera película de Viaje a las estrellas (1979), donde se puede ver al Almirante Kirk visitando a la represa de Gibraltar. (Gene Roddenberry había leído sobre éste proyecto en un libro de Willy Ley: "Sueños de Ingenieros"). Barcelona, quedó a salvo de tener un puerto inservible, Venecia, estaría hoy lejos de verse amenazada por las inundaciones y ya habria perdido su encanto por completo, Mónaco, hubiese dejado atrás y para siempre su postal Mediterráneo. Pero claro, tendría su costado positivo: imaginen la cantidad de tierras liberadas a la industria de la especulación inmobiliaria y la construcción. Muchos empresarios dejarían caer sus babas al leer éste post.

Ver Atlantropa en Página 12
Entrada en Wikipedia (Inglés)

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