El cuarto lleno en el Cuarto Vacío

Es una de las regiones más inhóspitas del mundo, y lo más parecido a la nada que podamos imaginar sobre la tierra. Ocupa la cuarta parte de la península Arábiga, por lo que se la conoce como el Cuarto Vacío, un desierto que ni siquiera fue explorado en su totalidad, ni atravesado por los beduinos. Sin embargo, bajo el manto de arena se esconde un tesoro capaz de solventar la economía de un país entero.

Imagen en Truthout.org

El Cuarto Vacío se conoce en árabe como Rub al Khali, (o Rub al-Jali) , y abarca parte del territorio de Yemen, Omán, y en su mayor parte, los Emiratos Árabes Unidos. Abarca con su mar de arena unos 650.000 kilómetros cuadrados, con dunas de más de 300 metros de altura, temperaturas propias de la Antártida durante la noche y un termómetro que dispararía las alarmas del infierno en el día.

Es por supuesto uno de los lugares más inhóspitos y desolados del mundo. Pero debajo del manto de arena, se esconden algunos de los yacimientos de petróleo más valiosos del planeta, por lo que la riqueza del Cuarto Vacío lo transforman en el lugar menos deseable para vivir, pero el más codiciado para explotar.

Imagen khowaga1

Las reservas de petróleo bajo el Cuarto Vacío, se encuentran entre las más importantes del mundo. En el desierto, y en medio de las dunas, aguardaron a ser extraídos durante miles de años algunos de los yacimientos de petróleo más importantes del planeta, entre ellos el de Sheyba y el campo de Ghawar.

Imagen en Spiegel

Shaybah está situado a unos 40 kilómetros al sur del Oasis de Liwa de Abu Dhabi, y es además de uno de los principales puntos de producción de petróleo del país, un complejo con viviendas para 700 personas, oficinas, y áreas de recreación en funcionamiento desde el año 1998, en un lugar donde las tormentas de polvo y arena son frecuentes.

El campo de Ghawar, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Dhahran, es un gigantesco campo petrolero nacionalizado por Arabia Saudita, y considerado el más grande del mundo, un punto que produce el 65 % de la producción de petróleo del país, aunque con cifras de producción y reservas que son celosamente guardadas.

Transcurrieron miles de años hasta que el petróleo y la política entendieron que el desierto tiene una gran contradicción en su nombre, la proporción de un cuarto es acertada, pero el desierto, de vacío no tiene más que la apariencia.

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