Las rocas más descolocadas
Si hace poco hablaba de las torres más descolocadas, ahora es el turno de las piedras más descolocadas, cuya situación se encuentra en precario equilibrio, o en una posición que no supondríamos muy natural:
La movediza.
Para empezar, no me alejo demasiado: muy cerca de donde vivo se encuentra desde hace poco tiempo una réplica de una roca famosa, conocida como la piedra movediza, o directamente la "movediza". La piedra movediza se encontraba en Tandil, una ciudad de la Pampa argentina. Constituída por un enorme bloque de granito de 385 toneladas, se hizo famosa por permanecer durante décadas en un extremo equilibrio que la hacía tambalearse de un lado a otro, hasta que finalmente cayó al vacío en el año 1912 partiéndose en varios pedazos. Pero por supuesto, que en el mundo abundan casos similares.
Kjeragbolten (no me pregunten como se pronuncia)
Lo que vemos es una persona saltando en un lugar en el que probablemente yo jamás saltaría, pero sólo por la misma razón por la que tampoco me gusta demasiado tomar un avión. En las montañas Kjerag en Noruega, se encuentra una roca, también famosa llamada kjeragbolten, en una situación no tanto de eguilibrio sino más bien de presión entre dos acantilados. Para llegar a la roca Kjeragbolten partiendo de Stavanger, hay que emprender una cansadora caminata de unas cuatro o cinco horas por un terreno fangoso. Dicen que vale la pena. Para conformarnos, la imagen panorámica nos permite entender mejor la posición de la roca:
La imagen y la situación me hace recordar rápidamente a los paisajes que hacían de escenografía a las tragedias interminables del coyote por atrapar al correcaminos. Aunque la roca kjeragbolten nada tiene de caricatura. Para muchos intrépidos, es el lugar ideal para tomar una fotografía a más de 1000 metros de altura del suelo más "cercano".
La roca que se balancea en Long Island
Otra roca muy bien equilibrada es la que se balancea ubicada en uno de los acantilados de la Bahía de St. Mary. Pero ésta roca con una particularidad que la hace muy especial: oscila en posición vertical, conviertiéndola en única en su especie. La Roca que se balancea de Long Island, está en tal posición según los cálculos, desde hace más de 200 años. La roca es parte de los grandes bloques de basalto de los acantilados, que se van desprendiendo por la erosión del mar, y que en éste caso, milagrosamente queda en pie, para deleite de los turistas que atrae. Por supuesto que nunca falta alguien que se vea tentado a empujarla para que caiga, por lo que una guardia permanece custodiando luego de varios intentos fallidos. Y por supuesto que el conseguir tumbarla no es cuestión de soplar, cuando hablamos de unas varias toneladas.
A ese tio que salta en la piedra, me dieron ganas de lanzarle aceite a la base de la roca, a ver si sigue con la gracia.
ResponderBorrarVaya idea, de momento nadie ha tenido la experiencia de hacer un viaje hacia abajo acompañado por la piedra. Seguramente yo no hubiese sido el primero en probar de pararse ahi.
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