15 abril 2007

Las estatuas y los mosquitos.

Aún no existe en los registros de la medicina un caso documentado en el que se halla muerto una estatua por padecer una hemorragia. El dato no deja de ser menor, y de hecho, existen innumerables testimonios documentados de mosquitos, que intentaron picar estatuas en cientos de parques y plazas de grandes capitales. El testimonio más elocuente lo brindó un mosquito proveniente de los esteros del Iberá:

"no hay dudas, de que nada de sangre corre por las venas de una estatua".

Poco tiempo después de su experiencia nefasta, el mosquito, hambriento y raquítico murió aplastado por un granizo en la última tormenta.

1 comentario: