El día que pulverizaron 370.000 toneladas de roca.
El trayecto del estrecho Seymour, en la ruta comercial marina entre la isla de Vancouver y la Bahía Menzies, en Columbia Británica, Canadá, fue conocido como uno de los tramos navegables más peligrosos del mundo.
El motivo había que encontrarlo en un promontorio rocoso sumergido a tan sólo 3 metros de profundidad con la marea baja conocido como Ripple Rock, el doble pico sumergido de una montaña capaz de dañar y hundir entre 1875 y 1958 más de 100 barcos en el que perdieron la vida unas 110 personas.
La formación rocosa sumergida, provocaba remolinos en el agua además de interferir en la navegación. Las autoridades se cobraron su venganza con Ripple Rock, una maniobra que terminó pulverizando unas 370.000 toneladas de roca, siendo la mayor explosión no nuclear con fines no bélicos recordada por muchos años, un evento que fue transmitido por televisión en todo Canadá como un espectáculo de envergadura nacional.
Luego de cierta polémica por la decisión de eliminar un promontorio rocoso que podía ser utilizado como un apoyo para un futuro puente, se autorizó el intento de eliminarla con cargas explosivas, una tarea que tras varios intentos fallidos, encontró el éxito en el año 1958.
El trabajo, encargado por el Consejo Nacional de Canadá, tuvo un costo de 3 millones de dólares canadienses. Durante tres años, un promedio de 75 hombres construyeron un eje vertical de 174 metros en la Isla Maud, junto otro eje horizontal sobre la base de Ripple Rock y dos ejes verticales en los dos picos de la roca. Se utilizaron un total de 1270 toneladas de explosivos.
La explosión se realizó el 5 de abril de 1958 por la mañana. Se calcula que unas 635.000 toneladas de roca y agua volaron por el aire hasta unos 300 metros de altura. En pocos segundos se produjo un pequeño maremoto que se disipó rápidamente sin causar daños, mas que un número de peces muertos. Por prevención, la policía se ocupó de liberar el área, sólo autorizada a un equipo de ingenieros y el personal de televisión que transmitió el evento desde un bunker.
Entonces, fue recordada como la mayor explosión no nuclear planificada sin fines bélicos, aunque posteriormente se informó de otras explosiones para grandes obras de ingeniería en Rusia y China. Ripple Rock, mientras tanto, pasó para siempre a la historia y hecha polvo.
Si te ha gustado, menéalo.
Impresionante, pero espero que no fuera, ni sea, la técnica habitual en estos casos. La naturaleza tiene algo que no me acaba de convencer así que lo vuelo a lo bruto y listo.
ResponderBorrarPensándolo bien no se diferencia mucho de lo que se hace ahora con las montañas para abrir túneles, aunque según este modelo habría que volar la montaña entera!