13 diciembre 2007

La hambruna en que la carne humana se cazaba y vendía libremente.

Investigando sobre la fatídica peste negra, llego a leer sobre algunas de las mayores tragedias de la historia de la humanidad: las horrorosas hambrunas de la la antiguedad. Entre ellas, la serie de hambrunas que asolaron Egipto durante los siglos X, XI, y XII podrían considerarse uno de los momentos en que la humanidad padeció la mayor decadencia moral que se tenga testimonio.

Como sabemos, el esplendor del Antiguo Egipto estaba ligado al Nilo y sus ciclos de crecida y sequía. Los períodos de sequía que se sucedieron entonces provocaron tales hambrunas, que se llegó incluso a perder todo rastro de humanidad. Nos llegan hasta hoy testimonios que permiten tomar idea de las dimensiones de tales hambrunas.

Los números de muertos se calculan por cientos de miles. (no se conocen datos precisos). Tanto es así que una de las sequías-hambruna hacia el año 967 DC terminó con la vida de unas 500.000 personas, siendo los cuerpos arrojados al Nilo por orden del virrey musulmán de entonces, cuerpos que terminaron contaminando el río incluso hasta su desembocadura. Probablemente una de las medidas sanitarias más catastróficas de la historia.

La carne de perros y gatos alcanzo precios fabulosos y desorbitados, siendo un bien preciado y sumamente escaso.

Por entonces, y para reflejar aún más el grado de desesperación, se registran casos extendidos de canibalismo en el que la desesperación llevó a la comercialización de carne humana. Hacia el año 1064 una de las peores sequías-hambrunas en la zona de Teheser y Josué, provocaron que la carne humana se venda libremente en el mercado sin que nadie pregunte el modo en que era obtenida, aún a riesgo de severas penalizaciones. Los métodos empleados para obtener la carne humana constituyen una verdadera regresión al salvajismo: se cuenta que desde las ventanas superiores en pasajes de las ciudades, algunos "carniceros" atrapaban peatones famélicos con sogas y ganchos, para luego preparar y cocinar la carne.

La situación de desesperación desembocó en una confrontación violenta entre los esclavos y la denominada población civil, organizada en comandos de seguridad para autoprotegerse.

La hambruna, dejaba barrios y pueblos enteros en completa desolación y con un cuadro dantesco de cientos de cuerpos en plena putrefacción.

Los cementerios, por entonces, se tornaban a través del saqueo de tumbas en una fuente de alimentos.

¿Hacen falta más descripciones para hacerse una idea del horror?. De mi parte, suficiente.

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