21 mayo 2007

Especialistas de lo inutil. Segunda Parte.

En la película-comedia "Una noche en el Museo", Ben Stiller encarna un personaje prototipo del fracasado por inútil. En una entrevista laboral destaca en su currículum el haber sido el creador del velador que se enciende a través del chaquido de los dedos, un invento y emprendimiento que termina en rotundo fiasco. Estamos rodeados de especialistas de lo Inútil.

"La solución lógica para resolver un problema, es siempre la más simple. Pero para todo hay un plan B". La segunda parte de Expecialistas de lo inútil (ver primera parte) incluye una guía por los genios de pocas luces (o de mucha, porque hay que reconocer que inventar cosas así, nunca se me pasaría por la cabeza), que son capaces de gastar su tiempo para encontrar la solución menos adecuada a los problemas cotidianos. ¡Aprenda como apagar el ordenador con la impresora, llevar un paso de cebra debajo del brazo, o descubrir nuevas especies de martillo!:

1. Como apagar el ordenador con la impresora:

Para empezar y retomando el post anterior, me he topado en Alt1040, con la manera que nunca se me hubiese ocurrido de apagar el ordenador, a lo Rube Goldberg:




2. Genios sin lamparita


Hay una disciplina que se encarga de diseñar objetos inútiles: el arte de chindogu. Los chindogu son aquellos "cacharros" que representan soluciones absurdas o aparatosas a necesidades que podrían pasar desapercibidas: en otras palabras, inventar objetos que no sirven para mucho. Ésta disciplina está muy desarrollada en Japón, país origen y sede de la Sociedad Internacional de Chindogu. La Sociedad Internacional de Chindogu tiene reglas precisas para definir a un Chindogu. ¿Ejemplos de Chindogu?: una camiseta con un esquema de coordenadas en la espalda para definir con precisión el punto en que nos deben rascar cuando nos pica, un aparatoso enfriador de fideos, y hay mas, pero entre los mas útiles creo, está la senda peatonal portátil, para cruzar donde nos plazca.



Jacques Carelman: ideólogo de objetos imposibles.

Otro diseñador de artilugios inútiles o chindogus en versión francesa, creador de catálogos interminables de Objetos imposibles, entre ellos el martillo para clavar en lugares inaccesibles: "Jacques Carelman, francés, marsellés y contemporáneo. Pintor, escultor, ilustrador, escenógrafo y, fundamentalmente, autodidacta. Utiliza el humor creando. Inventa e imagina fusionando la lógica y el absurdo con gran sutileza. Deforma la realidad que todos conocemos. Divierte y se divierte". Para otros inventos, mejor recorrer la galería de su exposición itinerante de Objetos Imposibles .

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