No comas madera...
En la vida, podemos tenes "manías" de todo tipo, desde las más personales como "no pasar debajo de escaleras porque atrae la mala suerte", hasta otras más problemáticas como la ludopatía, pero si hay manías y hasta enfermedades extrañas, basta con recorrer un poco esas curiosas formas en que puede presentarse la enfermedad de pica: ingestión de sustancias no comestibles.
Y sí, la manía de comer lo incomible, tiene además de aficionados, razones fisiológicas y claro un nombre preciso para definirlas: conocida es la frase que dice: tal persona no come madera. En el caso de que tal persona comiera o comiese madera, estaríamos por defecto ante un caso de Xilofagia. Pensando por ejemplo en una tortuga que come compulsivamente lechuga, no deberíamos preocuparnos, pero parece ser que si trasladamos el síndrome de la tortuga a un humano, estaríamos ante un caso técnico de Lectofagia (afición por la lechuga). La Geofagia se refiere al extraño hábito de comer tierra, la Foliofagia define a quienes se sienten atraídos por las hojas (de papel), existen otras muy curiosas, como la Coniofagia, referida a la ingestión de ¿polvo de persianas venecianas?, y otros nombres extraños para los que consumen cenizas (Stachtofagia), hielo (Pagofagia) y hay más...pero quizás las más repugnantes sean éstas dos: Mucofagia, (la extendida y negada práctica de comer los mocos), la más meneada por tener ciertos efectos preventivos (expone al sistema digestivo a las bacterias acumuladas en la mucosidad, ayudando así a reforzar el sistema inmunológico), y la que se lleva si todos los premios de la repugnancia, Coprofagia, lo que vulgarmente se conoce como "comer mierda".
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