Los obreros de IKEA no usan muebles IKEA.

Alguna vez escucho el latiguillo de la leyenda IKEA, la empresa multinacional sueca: el catálogo de IKEA se distribuye en (casi) todo el mundo alcanzando los ciento sesenta millones de ejemplares superando así la difusión de ... la Biblia
Pero hay más, IKEA cuenta cuatrocientos diez millones de clientes en todo el mundo,su volumen de ventas mantiene una impresionante espiral positiva, de 3.300 millones de euros en 1994, a 14.800 millones de euros en 2005.
Y para sumar, algunas anécdotas: en 2004 un concejal de Stockport (Reino Unido) lanzó un pedido de IKEA en el territorio de la comuna. También los habitantes de Mougins, una aldea francesa, lanzaron una petición para que un IKEA se instale cerca. Pero lo más increíble: El 1 de septiembre de 2004, en la apertura de una filial IKEA en Arabia Saudita, la multinacional ofreció un cheque de 150 dólares a las cincuenta personas que llegaran primero, lo que produjo una avalancha con dos muertos, dieciséis heridos y veinte desmayados...un "éxito de marketing".


Sin embargo, se cuenta que, y según buenas "malas lenguas" ( una investigación de la Organización No Gubernamental holandesa SOMO), los proveedores de IKEA hacen algunas excepciones al IWAY -nombre del código de conducta de IKEA en los ámbitos del medio ambiente y de las condiciones laborales- tales como transgresiones a la libertad de asociación, al derecho a negociaciones colectivas, a los salarios y a las horas extraordinarias. El informe reporta la inexistencia de sindicato, trabajo los siete días de la semana, y la anomalía de no pagarse el salario mínimo. Y, por supuesto, nadie conocía sus derechos ni los compromisos de la multinacional del mueble. En países como India, Bulgaria y Vietnam cada iniciativa sindical es sofocada en su origen, situación que en defecto, garantiza salarios bajos.

Como se lee en la revista interna Read Me de IKEA: "El objetivo consiste en crear una mejor vida diaria para la mayoría. Para lograrlo, las tiendas deben siempre vender más a más clientes"... Para IKEA, la felicidad del pueblo pasa por comprar. El lema, no parece alcanzar a sus obreros.

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