13 julio 2010

Una película iluminada con la luz del sol, el reflejo de la luna y miles de velas

Mucho se ha hablado sobre la rigurosidad técnica desplegada en cada película filmada por el director Stanley Kubrick. Maniático, perfeccionista, son algunos de los adjetivos que el director llevó al grado de lo extremo. Un ejemplo de ello, son las decisiones tomadas para la filmación de la película Barry Lyndon en el año 1975, rodada integramente con luz natural, y en escenas de interiores, con velas.

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La película Barry Lyndon, rodada en el año 1975, narra la historia de ascenso y caída de un irlandés de origen humilde (basada en la novela homónima de William Makepeace Thackeray),dentro de la aristocracia inglesa del siglo XVIII. La idea de Kubrick, fue nada menos que filmar cada escena con los mismos recursos tecnológicos para iluminar que los que había disponible en esa época, lo que traducido significa: luz natural para exteriores, y luz de vela para interiores.

De esa forma, conseguiría transmitir de un modo fiel el ambiente de la época. El desafío, que muchos pensarían imposible, en la mano de Stanley Kubrick alcanza un grado de perfección difcícil de igualar, ganándose un reconocimiento que incluye el premio Oscar para la Fotografía de la película (entre otros cuatro: dirección artística, banda sonora y vestuario), además de las candidaturas a mejor película, director y guión adaptado en el año 1975.

image El nombre del reconocido “mago de la iluminación fílmica con vela” al servicio de Kubrick es John Alcott, el director de fotografía de Barry Lyndon, quien en una interesante entrevista reconoce al director como un cineasta absolutamente inigualable. La experiencia junto a Kubrick sumó cuatro colaboraciones, nada menos que con “2001: una odisea del espacio”, “La naranja mecánica”, la premiada “Barry Lyndon” y “El Resplandor”.

En el caso de la película Barry Lyndon, el objetivo era recrear el mundo de la época bajo una estética pictórica, que recuerda a obras como las de Thomas Gainsborough, entre otros pintores del siglo XVIII. En las pautas de rodaje, se había decidido utilizar locaciones reales, sin grabar en estudio en ninguna toma, y por supuesto, subestimando la utilización de cualquier fuente de luz artificial.

En palabras del crítico de cine Richard Shickel, el resultado de la filmación en cuanto a su poder visual es insuperable: “es el conjunto más deslumbrante de imágenes grabadas en una sola tira de celuloide”. Cada fotograma, podría extraerse como una pintura realizada por los viejos maestros, como puede verse en los siguientes ejemplos, uno de exteriores y otro en interiores:

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La entrevista completa a John Alcott es por demás interesante, pero en particular, me interesan las referencias a las tomas realizadas en interiores: las escenas a luz de vela. La decisión de descartar la utilización de cualquier luz artificial, fue madurada por el propio director tras años de discusiones. Para echar manos a la obra y alcanzar la perfección en la composición fotográfica, habría que innovar sobre una técnica que nunca se había utilizado en película alguna. Para ello, Stanley descubre tres lentes capaces de captar cantidades de luces casi imperceptibles.

Los lentes utilizados, tendrían que ser objetivos rápidos, capaces de realizar una gran apertura de diafragma y por lo tanto, permitir una mayor entrada de luz. El objetivo perfecto buscado, no existía hasta entonces en el mercado tradicional cinematográfico. Pero Kubrick lejos de rendirse, llega a encontrar su preciado objetivo entre las innovaciones técnicas de la propia NASA.

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Y es que dentro del programa Apollo de la NASA, se desarrollaron objetivos (encargados a la prestigiosa Carl Zeiss) capaces de capturar imágenes en condiciones tan particulares como las de la Luna, algo que a Kubrick le venía como anillo al dedo (o como objetivo a la cámara). Los tres ojos de Kubrick para Barry Lyndon serían un saldo de los diez lentes especiales fabricados por Carl Zeiss para la NASA, cada uno con una apertura de diafragma f/0.7.

Por cierto, el milagro de los lentes no terminaba con todos los problemas técnicos, que se sucedieron a lo largo de todo el rodaje. Hubo que adaptar los lentes a la cámara, aumentar el ángulo de visión (reduciendo la distancia focal con nuevos lentes complementarios) y principalmente, encontrar la forma de aumentar la profundidad de campo: la cantidad de distancia hacia atrás y adelante desde el objeto retratado, correctamente enfocada, se veía reducida por la excesiva apertura del diafragma. Nada que el ingenio de Kubrick y Alcott no pudieran solucionar con nuevas adaptaciones ópticas.

Las escenas de interiores, confirma Alcott en la entrevista, fueron iluminadas totalmente por velas, un trabajo que es de imaginar, meticuloso por sí solo. Es imposible calcular entre repeticiones, y jornadas extendidas, el número de velas empleadas en el rodaje, sólo para ilustrar la dimensión de la tarea. Y a juzgar por los resultados, las técnicas empleadas fueron más que satisfactorias: el objetivo de manipular las cámaras en vez de las fuentes de luz, había sido magistralmente consumado.

Para finalizar, dejo el vídeo de una compleja escena donde (con baja resolución) se parecia el resultado de la obra maestra de Kubrick y Alcott, incluyendo los exteriores a luz de Luna, realmente impresionante:

Fuentes en los enlaces del artículo y en:

Exópolis: Información sobre la técnica cinematográfica en el artículo “Los 3 ojos de Kubrick”

Entrevista con John Alcott en Visual-memory

Aclaración: para antes de que empiecen las teorías conspiranoicas relacionando a Kubrick con la NASA y el montaje de la llegada a la Luna recomiendo leer Cinco razones por las que las fotografías en la Luna parecen falsas.

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4 comentarios:

  1. Donde dices "subestimando cualquier fuente de luz artificial", debiera decir "desestimando...". Muy buen post, muy interesante.

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  2. impresionante kubrick como siempre, pero en la escena que pones dudo que sea realmente la luz de la luna... teniendo en cuenta la luminosidad, la profundidad de campo y las sensibilidades que pueden alcanzar las películas de cine y sobretodo viendo que al fondo, el paisaje que se ve está realmente oscuro. me parece que colaron un poco ahi, tramposillos...

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  3. si Barry Lyndon no ganó alguna otra estatuilla es porque compitió con otra genialidad, alguien voló sobre el nido del cuco, que aquel año se llevó los galardones más valorados

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