Encuentros cercanos con contactos lejanos.
Lo cuento breve. Estaba escribiendo un mail personal y extendido. Lo releo, corrijo, y vuelvo a leer. Le hago ajustes y lo envío. Inmediatamente mi mano se choca con mi frente y me quedo duro. En la ventana, leo el clásico mensaje de Hotmail: su mail se ha enviado a... y el listado incluye ¡35 direcciones de mail de contactos!. Entre ellos, además de las personas a las que se tendrían que haber enviado únicamente el mail, se suman un listing de parientes, amigos, ex amigos, amigos invisibles, personas olvidadas, personas no tanto, personas perdidas.
Mi mail personal se ha disparado accidentalmente. Un montón de gente a la que le había perdido el rastro, recibe involuntariamente noticias mías. Tengo la maldita costumbre de no borrar los contactos sumados a lo largo de años en hotmail. A veces pienso que borrar un contacto de hotmail es tan inútil como querer borrarlos de nuestra memoria. Por algún motivo quedan ahí. Quedan porque han pasado por nuestra vida.
Hoy en día, no debemos castigarnos con la torturante pregunta de antaño: ¿que habrá sido de la vida de tal persona?. Para saber que fue de su vida, solo tenemos que enviarle un mail. Cuando nos despedimos de alguien, tampoco lo hacemos para siempre. Simplemente pensamos, que aunque no volvamos a verlo, al menos tenemos su mail. Claro que nunca le escribiremos. Pero sabemos que está del otro lado del teclado. Las despedidas no son lo de antes. Ahora, no decimos adiós. Sólo decimos hasta luego.
Hoy tenemos relaciones mas variadas que antes. Antes estaban los amigos del alma, y los de saludos de calle. Los contactos oportunistas y los inoportunos, esos a los que con malicia uno prefiere ignorar mirando para el otro lado. Que tiempos aquellos. Hoy la variedad es mayor. Los contactos incluyen una amplia gama de relaciones virtuales. Está el nombrado contacto de hotmail favorito, y el poco usado. El contacto de msn conectado, el no disponible, y el que salió a comer. Está el amigo de celular, el de mensaje de texto y el que no tiene crédito. Que decir de esos seres con nicks extraños, foristas con foto de animé, jugadores de póker remotos, trolls de diván, geeks 2.O....
El e-mail accidental enviado a mis contactos no usuales, me ha traído ciertas repercusiones. Algunos reencuentros virtuales, noticias inesperadas, algunas confusiones. Incluso, hasta me llegaron fotos de gente que pasaron un tiempo por la ausencia del anonimato virtual. Lo que me preocupa, son todas esas personas que no contestaron. Será que no entendieron, o que se olvidaron de uno, hasta el punto de borrar directamente el mail intruso sin abrirlo. O será que desaparecieron. Incluso algunas de sus cuentas ya no existen. Entonces uno piensa realmente: ¿que habrá sido de sus vidas?, porque del mundo virtual al menos, ya han desaparecido. No me quedará otra entonces, que quitarlos de mis contactos, o quien sabe, mejor dejarlos. Puede que algún día me cueste recordar sus nombres, puede que algún día, aún quiera recordarlos.
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