Todo comenzó con la interpretación de un célebre pasaje del Canto XX de la Odisea (La profecía de Teoclímeno): "...: El Sol ha desaparecido del cielo y una oscuridad nefasta lo cubre todo...". La mención no se referiría a un supuesto Apocalipsis, sino a un dato que podría probarse científicamente: un eclipse total de sol en la Odisea.
Al menos así lo interpretaron el físico Marcelo Magnasco, un profesor vitalicio de física matemática de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, y Constantino Baikouzis, astrónomo y diseñador de mapas celestes del Observatorio de La Plata, en Argentina. Ambos iniciaron una exploración por los cielos que acompañaron a Ulises durante unos 34 días de su célebre viaje, hilvanando las pistas de un verdadero rompecabezas astronómico.
Imagen Pandiyan
La tarea, consistió en descubrir las relaciones entre las menciones astronómicas de los cantos homéricos y los cielos griegos de la época, calculados con precisión. Para ello, se exploraron los detalles del cielo griego noche por noche a los largo de 135 años desde 1250 al 1115 a.C. mediante la simulación a través de un software astronómico.
Así, se pudo relacionar por ejemplo, el momento citado en el Canto XX de la Odisea, con una fecha exacta: 16 de abril de 1178 a.C., el día en que un espectacular eclipse total de Sol ocurrió sobre el mar Jónico. El dato, revelaría que el poema, tendría además de un marco real, una sorprendente precisión en sus referencias astronómicas.
Las coincidencias, y la exactitud de las descripciones astronómicas homéricas, según apuntan los investigadores, son notables. El informe, señala movimientos de las estrellas y los planetas descriptos con detalle en pasajes de la Odisea, que coinciden con los cielos simulados.
Sin embargo, la investigación no está exenta de controversias: si bien las referencias podrían dar un marco más real a las historias relatadas, no implican necesariamente que los sucesos hayan ocurrido. Al mismo tiempo podría resultar inverosímil reconocer un grado de sofisticación en los conocimientos astronómicos, en una época donde tales conocimientos están poco probados.
La aclaración la hacen los propios autores del informe, dejando un saludable debate abierto. Por lo pronto, el descubrimiento de pistas astronómicas para detectar cierto rigor cronológico en la historia de la Odisea, abre nuevos enfoques y modos de interpretar la obra, que no pueden dejar de ser bienvenidos.
Nota: La investigación, fue publicada en la Academia Nacional de Ciencia de los Estados Unidos en junio de 2008.
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J.V. Luce, en su libro "El fin de la Atlántida", propone ese pasaje como un recuerdo de la erupción del volcán de Thera, que acabaría con el "imperio" minoico (los "atlantes" de Platón). Esa oscuridad podría ser producto de las nubes negras, densas, llenas de ceniza, del volcán. Cronológicamente habría que situarlo, si el pasaje no fuera pura invención y si intentáramos adaptarlo a la erupción del volcán de Thera, hacia el 1470 a.C.
ResponderBorrarCosas que parecen fuera del alcance de los autores que escriben han seguido apareciendo en libros. Es el caso del libro "De la Tierra a la Luna" de Julio Verne que daba unos detalles que sólo años después con el primer hombre en la luna se demostraron ciertos.
ResponderBorrarTambién se ha hecho este estudio con la estrella de Belén y otros fenómenos bíblicos.
Una cosa que me deja perplejo (a estas alturas no habrá debate, pero para el próximo que lo lea). No cabe duda que los cálculos deben ser muy precisos, pero Homero no vivió en tiempos de la guerra de Troya (o la Odisea tras los 10 años de asedio) sino unos 500 años más tarde. No dudo que el/los poetas pudieran describir un eclipse total de sol, pero seguramente es imposible que pudieran describir el que tuvo lugar tras la guerra de Troya, si es que realmente hubo tal guerra.
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